En este artículo, descubrirás paso a paso cómo enjarrar un muro de ladrillo que ha sido previamente pintado. Aprenderás los métodos adecuados para lograr un acabado uniforme y darles un aspecto renovado a tus espacios. Sigue leyendo para descubrir los secretos de este proceso de transformación.
Limpia la superficie: Limpia la pared con un cepillo de alambre y un limpiador de superficies para eliminar cualquier suciedad, polvo, grasa o pintura suelta. Asegúrate de que la superficie esté completamente seca antes de continuar.

Prepara la mezcla de enjarre: Mezcla el enjarre con agua siguiendo las instrucciones del fabricante. La consistencia debe ser similar a la de la masa de pan.

Aplica la primera capa: Aplica la primera capa de enjarre sobre la pared con una llana de acero inoxidable. Asegúrate de cubrir toda la superficie y de que la capa sea uniforme. Deja secar durante un día.

Aplica la segunda capa: Aplica la segunda capa de enjarre con una llana de acero inoxidable, usando un ángulo de 45 grados en relación a la primera capa. Esto ayudará a crear una superficie más uniforme. Deja secar durante un día.

Lija y pule: Lija la superficie enjarrada con una lija de grano medio para eliminar cualquier irregularidad o protuberancia en la superficie.

Sellara o Primer: Aplicar sellador para sellar proteger la pared y asi mismo preparar la pared para que tenga mejor agarre el acabado final.

Pintar o acabado: Finalmente, puedes pintar la pared con pintura acrílica o cualquier acabado deseado.

Es importante recordar que enjarra un muro de ladrillo que ha sido previamente pintado requiere más atención al detalle y esfuerzo que enjarre una pared sin pintura previa. Si no estás seguro de cómo hacerlo, siempre es mejor buscar la ayuda de un profesional para asegurarte de que se haga correctamente.